03/07/2021
Tenía 13 años aproximadamente, estaba cursando la secundaria y aún no me había decidido qué haría con mi vida terminando el colegio.. ¿podría ingresar a la U o tendría que comenzar a trabajar?. Esa pregunta me daba vueltas por la cabeza y la acompañaban las ya conocidas.. ¿Si entro a la U, qué estudio: Arquitectura, Medicina, Derecho, Ingeniería?, ¿Cómo pago?, ¿Dónde vivo?; y si no entro a la U.. ¿Qué hago?, ¿En qué busco trabajo?, ¿Además de explorar, leer y dibujar, qué más puedo hacer que me realmente me guste?.-*
Posiblemente algunos que rondan los 50 años de edad y no eran de la capital, tuvieron que encontrar respuestas a esas mismas preguntas, ya que en los 80`s los centros de estudio universitarios estaban ubicados en la meseta central: Universidad Nacional en Heredia, Universidad de Costa Rica en San José y el Instituto Tecnológico en Cartago, es decir, si querías estudiar alguna profesión tenías que salir de tu pueblo, dejar tus amigos, tu familia, tus costumbres y tratar de aprender a cómo vivir en la ciudad. Sí.. aunque parezca extraño pensar actualmente en eso, los que nacimos en un pueblo y nos criamos en él, viajar a San José era toda una aventura (similar a muchas que hemos leído o visto en series y películas); es más, casi nunca habíamos necesitado viajar en un autobús en nuestros pueblos, para eso estaba la bicicleta o simplemente.. caminábamos.-*
Imagínese a un muchacho de 14 – 15 años tratando de encontrar una respuesta existencial: ¿Estudio o Trabajo?; podría parecer intrascendente en la actualidad, pero de esa respuesta dependía el rumbo que tomaría el resto de mi vida y de mi bienestar. Algunos amigos ya se conocían la respuesta desde que estaban más jóvenes, trabajarían en la finca o en el negocio de la familia; otros –aunque no estuvieran muy conformes- sabían que lo mínimo que esperaban sus padres era que obtuvieran un título en alguna carrera universitaria y otros -al igual que este servidor- sólo pensábamos en.. ¿Qué hago?.-*
En fin, nada perdía en hacer todos los exámenes de admisión para saber en cuál centro de estudios me admitían y fue así como junto a casi todos mis compañeros del colegio que hice los exámenes que nos pusieron en el pupitre. A los meses fui informado que había sido admitido en los tres centros públicos de estudios universitarios y allí surgieron más preguntas que respuestas: En el TEC me encantaría estudiar.. en la UNA.. y en la UCR.. pero.. En cuál profesión me “sentiré” cómodo haciendo lo mismo todos los días de mi vida..?? Teóricamente a los 15 años de edad aún no se ha alcanzado la madurez psicosocial necesaria y nuestro el control inhibitorio sigue influenciado básicamente por nuestras emociones y éstas normalmente se basan en la información que tenemos (buena, regular o mala). Recordemos que en los años 80´s en Costa Rica no existía internet y el acceso a mucha información era casi imposible de obtener (fue en enero de 1993 cuando la Escuela de Informática de la UCR se conectó por primera vez a internet).-*
Como en los pueblos la mayoría de las personas se conocen, era fácil “conversar” cara a cara –nada de correos electrónicos, redes sociales, ni WhatsApp- con alguien que estaba estudiando en la U y que visitaba los fines de semana a su familia, así podía uno investigar cómo era vivir en la meseta central y estudiar a la vez. Preguntas que parecerán ridículas, pero eran totalmente normales: Dónde puede vivir uno..?, Dónde se puede comer..?, Es peligroso..?, Es lindo..?, Es caro..?, Es….?.-*
El día que me matriculé en la universidad –había un día específico según la nota de admisión- era un saco de nervios, ese lunes habíamos salido de mi pueblo tres amigos en la misma aventura a las 4:30 am. en el primer bus hacia San José, dos amigos -ambos qdDG- se quedaron en Cartago ya que el TEC había sido su elección; al llegar a la U me encontré con cientos de personas desconocidas que llegaban en todo tipo de vehículos, en autobuses (era como un hormiguero) y lo peor.. apenas tenía 15 años y Yo andaba sólo. ¿Para dónde cojo..?, ¿Dónde queda el edificio..?, ¿Habré traído todos los documentos?. Después de lo que me parecieron mil vueltas.. sin comer y aún asustado, lo había logrado, ahora sí.. corra para no perder el último autobús de regreso al pueblo que salía a las 7:30 pm. (esperando que todo hubiera salido bien).-*
ME MATRICULÉ.. ME MATRICULÉ…!! Era lo único que cruzaba por mi mente durante las horas de viaje en autobús con rumbo hacia mi pueblo. Por supuesto que también venía pensando en.. y ahora qué.., a dónde vivo.., a dónde como.. a dónde lavo y plancho.. cómo pago.. Con los años –a saltos, brincos, incomodidades, alegrías y molestias- las cosas se fueron acomodando, logré obtener beca –no pagaba por mi educación-, me hice asistente de una cátedra universitaria –la U me pagaba casi ¢1.300,00 mensuales por hacer el trabajo pesado-, por haber aprendido a tocar guitarra logré ingresar a un grupo cultural universitario –tenía acceso al almuerzo en el comedor estudiantil- y cada semestre algún familiar me dio alojamiento.-*
Esta historia es verídica.. es parte de mi vida. En muchas ocasiones la utilizo como referencia cuando alguien me comenta que quisiera estudiar derecho y me consulta: Qué me recomienda?. Ahora -40 años después- la respuesta me resulta sobradamente fácil: estudie lo que le realmente le apasione a Usted, lo que más le guste a Usted, lo que lo haga feliz a Usted..!!
Si Usted se siento satisfecho, le fascina, le encanta y está locamente enamorado de lo hace (ya sea en con una profesión, oficio u ocupación).. SERÁ FELIZ, el resto simplemente llegará..!!
Nos seguimos leyendo..!!
Si necesita actualizarse con información legal, contácteme aquí.